EL MAL DEL BORREGO…

A menudo cuando viajamos para aprender un idioma nos encontramos con hispanohablantes allá dónde vayamos, estamos en cualquier parte del mundo y es fácil encontrarse con jóvenes que al igual que nosotros quieran aprender un idioma y que su lengua nativa sea el español….esto nos calma, sabemos que podemos hablar nuestro idioma y ser nosotros mismos que nos van a entender y que para comunicarnos con ellos no tendremos que hacer esfuerzos, ¡esto es una verdad como un templo! Es mucho más fácil compartir habitación con alguien que hable español o sentarnos en clase junto a alguien que va a entender nuestras bromas…pero reflexionemos: ¿Cuál es nuestro objetivo? Sí, está claro que una historia contada en español nos va a hacer reír mil veces más y que nuestra lengua es mucho más dulce, pero vamos a cuestionarnos ¿por qué dicen que nuestro acento es muy fuerte? ¿Por qué estamos a la cola de los países que hablan bien idiomas? ¿Alguien tiene alguna pista?

 

Como en Fuenteovejuna, ¡todos a una! Sí está muy bien…pero en lo que a idiomas se refiere no ayuda absolutamente a nada, tenemos la solución: ¡ir dónde no van los demás! algunos jóvenes han descubierto que Irlanda del Norte es como un territorio virgen, donde la gente es amable, cálida y sobre todo ¡será más difícil dar con uno de nosotros!

Otro ejemplo: nos encanta Florida y, sobre todo Miami (aunque sea un viaje donde sabemos que encontraremos el Español como lengua) sus paisajes parecen sacados directamente de una peli americana, todo es como en la tv pero pocos conocen Fort Lauderdale, un poco más al norte se le conoce como la «Venecia de América» ​​e igual de bonita pero mucho más humana. La ciudad es joven, tiene varios centros de idiomas fantásticos y una universidad que te permitirán aprender inglés en las mejores condiciones.
El lugar es un aspecto muy importante pero hay otros factores a tener en cuenta también. Para progresar hay que estudiar y estudiar en buenas condiciones es fundamental: clases en grupos reducidos para asegurar el trato profesor-alumno la participación en clase y la práctica del idioma.

Cursos intensivos, el estudio de 20 o 25 horas a la semana es sin duda más rentable y da mejores resultados que sólo 10 o 15 horas por semana.
¿Por qué invertir mi tiempo y mi esfuerzo en un idioma? Hoy todos somos titulados, doble-titulados, “retitulados” y  a veces “demasiado-titulados” la competencia para acceder a un puesto de trabajo es muy dura la diferencia viene marcada por los idiomas. Y si vamos un poco más lejos en todo esto habrá que sumar al inglés otro idioma, chino, alemán, ruso…

 

Rebosamos talento y capacidad. Acabemos con”el mal del borrego”, podemos hacerlo y hacerlo bien! En la actualidad existe un portal de idiomas www.activa-idiomas.es que presenta una selección de las mejores escuelas de idiomas de todo el mundo, la formación lingüística a precios competitivos sin intermediarios.

El estudiante que sea motivado y un poco aventurero encontrará la solución a través de ACTIVA IDIOMAS.

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